viernes, 24 de marzo de 2017

Primera enseñanza en la guardería y en casa: el primer año


Si llevas a tu hijo a una escuela infantil en los tres primeros años, te interesará saber qué hace allí y qué le enseñan. Y si le cuidas en casa, te vendrá muy bien saber qué aprenden los niños de su edad en las guarderías y cómo puedes enseñárselo tú a tu peque. ¡Manos a la obra!
Mejor en casa o en la guarderia
QUÉ HACEN EN LA GUARDERIA
Aunque las sigamos llamando guarderías, los centros a los que llevamos a los niños antes de que empiecen el colegio se denominan escuelas de Educación Infantil (no son “guardaniños”) y forman parte del sistema educativo (de 0 a 3 años).
El currículo y la organización dependen de las distintas Administraciones, pero la Ley Orgánica de Educación (LOE) establece los criterios educativos que deben regir su actuación y que son, principalmente: la atención al desarrollo del control corporal y al conocimiento del propio cuerpo, la facilitación del lenguaje y la comunicación, la socialización, el descubrimiento del entorno inmediato y la adquisición de autonomía en las actividades cotidianas habituales.
Y para garantizar que estos objetivos se cumplen, así como para asegurar que los pequeños estén siempre atendidos y en buenas manos, las personas responsables de las clases deben poseer el título de maestro especialista en Educación Infantil o técnico en Educación Infantil o en Puericultura. 
LA CLASE DE 0 A 12 MESES
Paula, de 3 meses, se quedó dormida en cuanto sus padres la dejaron en la guarde y ahora despierta y reclama su comida. Tras darle el biberón, la profesora la sostiene un rato en brazos mientras habla con ella. Luego la deja en su cuna y le ofrece un sonajero. Paula acepta el ofrecimiento con gusto. Cuando se le cae de la mano la profe se lo tiende de nuevo, ya que ella aún no es capaz de cogerlo por sí sola. Mientras tanto Juan, de 7 meses, está tratando de gatear detrás de una pelota que sale disparada cada vez que intenta atraparla. La maestra le anima felicitándole cada vez que el pequeño alcanza el juguete y se lo acerca cuando se aleja demasiado y Juan está a punto de echarse a llorar. Después, aprovechando que varios pequeños están despiertos, les canta los “Cinco lobitos” mientras su audiencia observa entusiasmada cómo mueve las manos. Seguro que alguno está reconociendo lo que papá hace en casa.
A esta edad lo primordial es atender a las necesidades físicas y afectivas del niño y eso requiere una gran flexibilidad, por eso la distribución del tiempo es muy aleatoria y depende sobre todo de los ritmos biológicos de cada bebé (a estas edades duermen entre 16 y 22 horas diarias) y del tiempo que permanezca en la guardería.
La profesora tratará de establecer un vínculo afectivo con cada pequeño, para darle seguridad y ayudarle a adaptarse al ambiente.
Pero quédate tranquila, esto de ninguna manera resta fuerza a la estrecha relación que tienes con tu hijo; al contrario, la hace aún más fuerte: él percibe que cuando tú tienes que irte, siempre le dejas en buenas manos. Y eso le da confianza.
QUÉ APRENDE EN CASA CONTIGO
ACTIVIDADES EN CASA PARA NIÑOS DE 0 A 12 MESES
Sonia, de 8 meses, se ha cansado de gatear por el pasillo y reclama atención. Mamá le da su peluche y luego lo tapa con una mantita. “¿Dónde está el oso?”, le pregunta. La niña la mira extrañada. Entonces mamá levanta la mantita: “¡aquí está!”. Vuelve a taparlo y pregunta de nuevo por la mascota. Sonia quita la manta, coge el osito y se lo da a su madre. “¡Qué lista!”, dice ésta mientras las dos se ríen.
Hasta que tu peque empiece a gatear, es conveniente que le cambies con frecuencia de lugar, ya que así estimularás sus sentidos y su interés por observar.
Pon a su alcance móviles, sonajeros y otros juguetes que llamen su atención y le animen a intentar cogerlos. Y en cuanto empiece a desplazarse, acondiciona la casa para que esté libre de peligros y déjale explorar su entorno. Esto no sólo favorece su motricidad, sino también su autonomía y la seguridad en sí mismo.
Aprovecha cualquier instante que estés con él para hablarle sobre lo que está haciendo y los objetos con los que está interactuando. La hora de secarle tras el baño o el momento de cambiarle el pañal son ideales para hacer juegos relacionados con su cuerpo, como estirar brazos y piernas o hacerle cosquillitas.

Primera enseñanza en la guardería: el segundo año

Una de las dudas que puede asaltaros en caso de que os hayáis decantado por la guardería es si allí recibe la atención que merece y si separarse de vosotros unas horas puede afectar al vínculo tan especial que el pequeño ha creado con vosotros. Tranquilos, es parte de su camino para ser autónomo
La clase de los pequeños y la tutora infantil
QUÉ HACEN EN LA GUARDERIA
La tutora es la responsable de darle seguridad a vuestro hijo así como de ayudarle a sentirse bien en clase.
Además de esto y debido al tiempo que pasan juntos, irá conociéndolo y detectando los puntos fuertes de tu hijo y aquellos aspectos en los que debe mejorar. Por ello es importante que la relación con ella sea fluida.

LA CLASE DE 12 A 24 MESES
En la clase de Jaime, de 18 meses, han estado jugando en el jardín y ahora toca relajarse un poco. La profesora consigue que todos los pequeños se sienten y observen el libro de láminas que sostiene en las manos. A cada nuevo dibujo (un teléfono, un perro...), pregunta qué es esto y qué ruido hace, al tiempo que anima a los niños a responder.
La profesora sabe que el juego y la actividad son básicos para estimular a los niños y desarrollar sus habilidades. Por eso, ahora que ya se desplazan con soltura, trata de organizar la clase para que puedan moverse por ella fácilmente y acceder a los juguetes con libertad.
Entre los objetivos de este año, la maestra tiene previsto que los pequeños aprendan a identificar el sitio que les corresponde y su percha, para lo cual cada alumno tiene asignado un animal cuyo dibujo le ayuda a reconocer su lugar. También aprenderán a coger solos el babi y a ponérselo con su ayuda.
Otros hábitos que empezarán a trabajar este curso son lavarse las manos antes y después de comer, comer solos y “peinarse” antes de ir a casa.
La capacidad de atención de los alumnos aún es muy breve y las diferencias entre unos niños y otros son muy pronunciadas, por lo que gran parte del día se dedica al juego libre en el patio o en el aula aprovechando el potencial educativo de los juguetes: carretillas, correpasillos, arrastres y pelotas para el desarrollo motor; encajables, puzzles, construcciones, cajas, cubos y palas para favorecer las habilidades manuales; muñecos, cocinitas, volantes y coches para el desarrollo social y emocional, etcétera.
Pero, por supuesto, aún queda tiempo para las actividades organiza das, como pintar con los dedos, leer un cuento, escuchar música y bailar, imitar sonidos o aprender el nombre de algunos objetos de uso cotidiano.

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